jueves, 26 de febrero de 2015

La Jugada Perfecta - Capítulo 2 [FanFiction]




Pese a no haber tenido ni comentarios a favor ni en contra, he decidido subir el segundo capítulo, a ver si así os animáis a comentar y a decirme si verdaderamente queréis que continúe o que lo deje donde está. 

Como siempre vosotros tenéis la libertad de decirme qué queréis que vaya subiendo al blog, porque me encanta que podáis participar y que además me aconsejéis sobre lo que queréis leer y lo que no. 

Lo dicho, me encantaría que me guiaseis un poco hacia donde os gustaría que fuese yendo el blog y demás porque esto, además de ser mis idas de olla lo hago por vosotros con mucho cariño y ganas. ;)


Capítulo 2:


Treinta minutos después, Beckett estaba aparcando junto con los otros coches de policía y los de la científica. Nada más bajarse del vehículo fue directa al interior del edificio donde encontró a Ryan y Esposito escaleras arriba, los cuales estaban hablando con un hombre de unos treinta o treinta y cinco, de estatura media con el pelo algo desaliñado, seguramente de haberse despertado hacía relativamente poco.

-      ¿Testigo? – Dijo en cuanto Esposito dejó de hablar con aquel hombre.
-      Casi, encontró el cadáver. – Respondió Ryan mientras apuntaba algo en su libreta. - ¿Y Castle? – Frunció el ceño extrañado de no verlo allí.
-      Se ha quedado durmiendo, ha dicho que no se encontraba bien… - Respondió Beckett.
-      Qué raro… - Se sorprendió Esposito mirando de soslayo a Ryan. - Seguro que le hubiese encantado ver esto.
-      ¿Qué me podéis contar de la víctima? – Dijo intentando desviar la atención de los dos detectives.
-      Andrew Leeds, varón blanco, alrededor de unos 70 años. – Contestó Esposito echando un vistazo a su libreta. – Vivía solo desde hace unos 7 años, cuando su mujer murió víctima de un cáncer. Tiene un hijastro con el que, según nos ha comentado el portero y algunos de los vecinos, no se llevaba especialmente bien. Por lo que ha podido decirnos Jerry Dawson, el portero, hacía al menos un año que no lo veía visitar a su padrastro.
-      Le hemos localizado y ahora vive en Queens. Está de camino. – Terminó Ryan.
-       Muy bien chicos, buen trabajo. – Les felicitó.- ¿Y dónde está nuestra víctima?
-      Allí con Lanie. - Respondió Ryan señalando la puerta por la que entraban y salían policías.
-      Gracias chicos, seguid con lo vuestro. – Se despidió rápidamente y fue directa al interior de la vivienda, donde un policía le indicó que la forense se encontraba en el cuarto de baño. Cuando entró la vio arrodillada frente al cuerpo. – Hola Lanie… ¿Pero qué...? – Dijo sorprendida al ver el cadáver.
-      Hola cariño, parece ser que nuestro amigo no ha tenido un buen día… - Terminó de apuntar algo en el informe. – Le han decapitado y le han cortado las manos y los pies. Aún no hemos encontrado las partes que faltan, los chicos las están buscando.
-      Y.. ¿La causa de la muerte? ¿Decapitación? – Se llevó instintivamente una mano al cuello.
-      No, le mutilaron después de haberle matado. Ésta fue la causa de la muerte. – Señalando el torso.- Al parecer le apuñalaron en el pecho con algo de gran tamaño pero hasta que no me lo lleve al depósito no te lo podré decir con seguridad. – Se incorporó hasta ponerse casi a la altura de Beckett.
-      Parece que ha sido un robo que se truncó pero, ¿mutilarlo de ésa manera? – Dijo revisando el escenario y viendo la casa revuelta.- Me parece demasiada molestia… Alguien le odiaba tanto hasta el punto de llegar a algo así. – Lanie asintió a lo que su amiga dijo.
-      Por cierto, ¿y el chico escritor? – Levantó una ceja.
-      Ha preferido quedarse en casa, al parecer no se encontraba bien. – Carraspeó con cierto algo de nerviosismo.
-      ¿Y perderse éste espectáculo? ¿Castle? Imposible… - Negó con rotundidad.
-      Bueno pues así es, ya mañana se pondrá al día con el caso. Gracias Lanie, en cuanto tengas algo ya sabes, llámame. – Dio por zanjado el tema, dejando a Lanie sin entender nada. Salió del edificio y se despidió de sus chicos, poniendo rumbo a su coche en dirección a la comisaría. Aquella iba a ser una noche muy larga y tendría que llamar a Castle para decirle que quizá iba a tardar unas horas.


Eran ya las cuatro de la mañana cuando el móvil de Castle comenzó a sonar.

-      ¡Por fin! ¡Ya era hora Kate! ¿Cuándo vas a venir a rescatarme de ésta tortura? Porque es una tortura, estoy muy muy aburrido.
-      Pues… verás, para eso te llamaba… - Se mordió el labio inferior. – Es posible que aún tarde unas cuantas horas más de las que pensaba.
-      ¡¿QUÉ?! – Pegó un grito. - ¿Qué? – Volvió a repetir pero en voz baja, no le convenía nada que ni su madre ni su hija se enterasen de la ridícula situación en la que se encontraba. – Tienes que estar de broma Kate…
-      Lo siento cariño pero tendrás que esperarte un rato más… - Bajó la voz para que nadie de la comisaría la escuchase. – Ya te he dicho que te lo recompensaré y, además, el caso te va a encantar… - Le sonrió al otro lado del teléfono.
-      ¿Me encantará? – Eso ya le gustó más.- ¿Fantasmas? ¿Zombies? ¿Otro vampiro? ¿Han vuelto las Embrujadas? ¿Buffy?
-      Nada de personajes fantásticos. – Sonrió y negó lentamente como si él pudiese verla.- Hazme caso, ya lo verás y te aseguro que no te decepcionará. Sólo tienes que aguantar hasta la mañana, ¿vale?
-      Está bien… - Hizo un ruido con la boca a modo aceptación obligada. – Pero ten por seguro que me cobraré ése favor... Y más vale que sea un favor sexual. – Colgó el teléfono y lo dejó sobre las sábanas. – Genial… me hago pis… - Se mordió los labios y miró la planta que tenía al lado.- Tendrás que perdonarme pero es un caso de fuerza mayor. – Le dijo a la planta.

Ya había amanecido y Beckett seguía frente a la pizarra la cual estaba aún llena de interrogantes.

-      Beckett, parece que tenemos algo. – Esposito apareció por detrás con lo que parecía un boceto. – Hemos encontrado un par de testigos que han arrojado algo de luz al caso y – Movió el papel que tenía en las manos. - tenemos un retrato robot de un posible sospechoso.
-      Por fin tenemos algo. – Cogió la hoja de papel.- ¿Lo habéis pasado por el programa de reconocimiento facial? – Ryan, que estaba al lado de Esposito asintió. - ¿Y bien? ¿Alguna coincidencia? ¿Tenemos ya un nombre?
-      Oye, ¿en serio que Castle no te ha llamado? Es raro que no haya aparecido ya… - Preguntó Esposito con curiosidad.
-      Espo, el sospechoso. – Le dio una mirada fulminante ante aquella pregunta que ahora no venía al caso.
-      Se llama Patrick Norris. – Dijo mientras ponía en el ordenador la ficha policial.- Ha sido detenido en numerosas ocasiones por allanamiento de morada, robo con violencia, amenazas y posesión de drogas. Vamos, es una joyita. Al parecer llevaba varios días rondando por allí. Y el portero asegura que le ha visto visitar a la víctima en un par de ocasiones.
-      Perfecto, vamos a hacerle una visita, ¿no? – Sonrió cogiendo su chaqueta y dirigiéndose al ascensor con los chicos.

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